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La gravedad del Libertador, diciembre 12

por | Dic 12, 2024 | HISTORIA

Hay que decirlo: El Libertador Por una parte padecía la severa enfermedad pulmonar que lo afectaba indudablemente, pero los desengaños morales, políticos, traiciones, ingratitudes, deslealtades e incomprensiones habían minado también la salud moral y espiritual del Libertador, empeorando más aún la salud física del pobre Libertador. Bolívar Estaba decepcionado de todo, al punto que, por esos días, totalmente descorazonado, llegó a decir totalmente frustrado: QUIEN SIRVE A UNA REVOLUCIÓN ARA EN EL MAR.

Creo que es el único hombre en el planeta en toda su historia, que ha renunciado tantas veces al poder presidencial, porque Bolívar vino a hacer una revolución libertaria. No vino a hacerse del poder por el poder para usurparlo o para perpetuarse sin ningún fin, lo de Bolívar era alcanzar la Gloria de la Libertad de las Comarcas Americanas del imperio español, que las había sometido a su yugo durante 300 años ininterrumpidos.

En una de esas tantas renunciaciones al poder El Libertador dice: «EL SACRIFICIO DEL MANDO NO ME HA COSTADO ESFUERZO ALGUNO, ME ES TAN NATURAL PREFERIR LA SALUD DE LA PATRIA A TODO, QUE CUANTO MÁS DOLOR SUFRO POR ELLA, TANTO MÁS PLACER INTERIOR RECIBE MI ALMA”. (¿Quién ha seguido ese ejemplo de desprendimiento y sacrificio hasta hoy?)

El vil asesinato de Sucre, el viernes 4 de junio de este mismo año de 1830, en la misma Colombia, afectó terriblemente al Libertador y la PROHIBICION DE LA ENTRADA DE BOLÍVAR A VENEZUELA, aunado a la desunión reinante y la ruptura de relaciones de Venezuela con la nueva granada (victoria de Páez en la fulana Cosiata) y el naufragio ya inminente del proyecto Gran Colombiano hacen que Bolívar abandone la lucha y RENUNCIE POR ÚLTIMA VEZ A LA PRESIDENCIA DE COLOMBIA EN 1830, y decide irse para siempre (Aspiraba viajar a Europa y morir por allá), pero no lo logrará: la enfermedad se interpuso en su camino.

Hay una anécdota muy triste que cuenta el Doctor Reverend que muestra la extrema flacura en la que se encontraba El Libertador: S.E me manifestó el deseo de descansar en su hamaca, y como vi que su mayordomo José Palacios ni nadie aparecía en la distancia por más que yo llamase, entonces me ofrecí yo mismo para llevar al Libertador a la hamaca diciéndole:

—“Si me lo permite V. E., yo le pondré en la hamaca.

—Y usted podrá conmigo?, dijo Bolívar

—Me parece que sí.

Con precaución le cogí en mis brazos, y me dispuse a levantarle sin reparar su grande flacura, y creyendo yo que iba a suspender un peso considerable, hice tal esfuerzo que por poco me voy de espaldas con un cuerpo que tal vez no pesaba arriba de dos arrobas (36 kilos). Tuve la fortuna que me sujetó algo la propia hamaca tendida al través del aposento» ¡El Libertador era un saco de huesos!… ¡Que dolor!

PARTE MÉDICO NÚMERO 15:

S. E. pasó mala noche, desvariando a menudo. Sin embargo, el vejigatorio había purgado algo. El pulso frecuente y más comprimido que nunca; grande exasperación en los síntomas. Orines involuntarios con sensación de ardor. No hubo hipo. Se siguió el mismo método, pero con poco efecto en los resultados, pues amaneció menos despejado que el día anterior.

Al curar el vejigatorio se le untó más arriba de la nuca con linimento vesicante de Gondret; inmediatamente le causó el pequeño dolor que proviene de su aplicación.

Diciembre 12, a las ocho de la mañana. REVEREND.

PARTE MÉDICO NÚMERO 16:

Desde las ocho de la mañana hasta el mediodía tuvo las ideas algo confusas, conversando a ratos con alguna serenidad. Por la tarde se despejó y tuvo algunos momentos tranquilos. La tos se aumentó y expectoró un poco más; el pulso siempre febril y apretado; frío en los extremos y calor en la cabeza, el vejigatorio purgó poco, y el linimento vesicante de Gondret hizo poco efecto. Hubo una deposición provocada por una lavativa.

Por agua común la tisana de la semilla de linaza, la mixtura pectoral, y los alimentos fueron una o dos tazas de caldo, la gelatina y varias tazas de sagú. La gana de comer es muy poca, y la sed ninguna.  

Diciembre 12, a las nueve de la noche. REVEREND.

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