Hay gente que no sabe que El Libertador del Mediodía de América se tuvo que calar 12 años enterrado fuera de su Patria, pese a que él había dejado expresamente mandatado en su testamento que fuera enterrado en Venezuela; pues eso no se cumplió sino en 1842, 12 años después de su fallecimiento, ocurrido el viernes 17 de diciembre de 1830, en Santa Marta Colombia.
A pesar de las insistencias de María Antonia Bolívar y otros hermanos del Libertador ante los gobiernos venezolanos para la repatriación de los restos de su hermano, la ingrata clase política de esos 12 años, enconada, intrigada y enfrentada con el Padre de la Patria (a cuya espada desvelos y sacrificios debían ellos su libertad) desatendieron y fueron indiferentes ante la encarecida solicitud de los familiares más cercanos del Gran Bolívar para traerlo de vuelta a Venezuela.
Cuando Páez, uno de los principales disolutores de la Gran Colombia en Venezuela, y quién prohibió, so pena de fusilamiento, la entrada de Bolívar a la patria a principios de 1830, se dio cuenta de que se estaba cumpliendo la profética sentencia de José Domingo Choquehuanca que señalaba que con el tiempo «La Gloria de Bolívar crecería como crece la sombra Cuando el sol declina», entonces se puso las pilas de inmediato y jugando vivo oportunistamente, al ver que la fama de Bolívar se estaba agigantando en la América, procedió a diligenciar el traslado de los restos del Libertador desde Colombia a Venezuela en noviembre de 1842, nombrando una comisión presidida por el Doctor José María Vargas para que se encargara del traslado.
El gobierno colombiano entregó a regañadientes las sagradas reliquias del Libertador y dejó bien manifestado ante el mundo el inmenso dolor que experimentaba la nación neogranadina al desprenderse de aquellos sagrados restos, en aquellos tiempos más amados, en Colombia que aquí…y ellos dejaron ese día bien explícito que, si esa no hubiese sido la última voluntad del Libertador, en su testamento, Colombia no hubiese entregado esas reliquias…¡veeeeeerrrrrrg!
Oigamos con cuidado el tenor de las PALABRAS DEL GENERAL JOAQUÍN POSADA GUTIÉRREZ PRESIDENTE DE LA COMISIÓN NEOGRANADINA ENCARGADA DE ENTREGAR LOS RESTOS DEL LIBERTADOR, EN EL EMBARCADERO DE SANTA MARTA, EL LUNES 21 DE NOVIEMBRE DE 1842 pronunciadas ante la comisión venezolana encabezada por el Doctor Vargas y frente al sacrosanto féretro con los restos de Bolívar
«Excelentísimos señores comisionados de Venezuela:»
«En este día solemne por tantos títulos, en este día de luto para la Nueva Granada, en que tiene que despojarse por su propia mano de las preciosas reliquias que hubiera querido conservar eternamente, estoy encargado por el Gobierno de mi Patria y por la Honorable Comisión que tengo la honra de presidir, de cumplir con un deber bien penoso y triste: el de manifestaros para que lo digáis a Venezuela y para que lo sepa el mundo entero, EL DUELO Y SENTIMIENTO CON QUE LA NUEVA GRANADA SE DESPRENDE DE LOS RESTOS VENERABLES DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR»
«¿¿Y podré yo cumplir con este encargo señores ?? no. no..no..¡no puedo!»
«No hay palabras bastantes y suficientes para yo expresar lo que sienten nuestros corazones…»
«Vosotros Honorables Diputados lo veréis mejor en los semblantes de todos los Samarios aquí congregados, de éste Pueblo que presenció y recibió aquellos últimos suspiros de Bolívar, que le arrancaron los dolores físicos y los dolores morales; que le vio postrado en el tribunal de la penitencia recibiendo la bendición del cielo por la mano de un dignísimo principe de la iglesia de éste Pueblo de Santa Marta, en fin, que depositó conmovido su cuerpo inanimado en el Lugar Santo en que ahora lo encontráis y que representa hoy a la Nueva Granada en su más acerbo y supremo dolor»
«Lo que habéis visto, y lo que veis, no se finge señores”.
Todas las malsanas pasiones han callado; todas las opiniones han desaparecido para rendir homenaje a la sombra creciente del Gran Caudillo de Los Libertadores; los recuerdos de las hazañas Inmortales del Glorioso Ejército; el nombre mágico de Colombia…pero ¡ah! señores! ya yo no puedo continuar! perdónenme… ahhh!…ahh!
«Tomad entonces señores, el precioso tesoro que buscáis y llevadlo a esa tierra privilegiada por él acaso Y SABED USTEDES Y SEPA VENEZUELA QUE SÓLO EL RESPETO QUE EL GOBIERNO Y EL PUEBLO GRANADINO TIENEN A LA ÚLTIMA VOLUNTAD DEL HÉROE, ES LA ÚNICA FUERZA CAPAZ DE HACER QUE LA NUEVA GRANADA SE RESIGNE A ESTE INSOPORTABLE SACRIFICIO». (Otro veeeeeeeeeeeerrrrrrg!)
Y también el hombre atribulado le zumba lo suyo a las cenizas, oigámoslo:
«Y VOSOTRAS, CENIZAS ILUSTRES, QUE HABÉIS REPOSADO EN PAZ, POR MÁS DE UNA DÉCADA, EN ESTE SUELO PATRIO QUE NO QUISISTEIS QUE OS SIRVIESE DE ASILO ETERNO, ADMITID LOS VOTOS QUE LOS GRANADINOS TODOS ELEVAN AL CIELO POR VUESTRO DESCANSO PERDURABLE.»
Una Bellesidad requete bella y hermosa esa circunstancia de que a nuestros grandes Libertadores se lo disputen las naciones como si fueran de ellos, así como hicieron con Sucre en Ecuador y en la misma Colombia con Anzoátegui, a quien quieren y valoran como un gran artífice de su Libertad forjada en el Puente de Boyacá.
Mi homenaje triste en letra y música al Libertador en su Partida a la inmortalidad titulado: “La última Proclama”